Hoy vamos a dedicar este post a un término que “tomamos prestado” de la psicología. Es posible que lo hayamos vivido en primera persona o que conozcamos a alguien cercano que la haya vivido o sentido. Me refiero a la indefensión (aprendida).

indefensión

Si después de haber vivido una mala experiencia o de haber obtenido un mal resultado, has creído que nada podías hacer. Si has sentido que no podías cambiarlo ni modificarlo, entonces has vivido esa emoción llamada indefensión.

Ejemplos

• Personas que fracasaron en la escuela y abandonaron sus estudios, y que muchos años después siguen pensando que no sirven para estudiar

• Personas que han tenido malas experiencias a nivel de relaciones de pareja, de amigos, laborales… y que “aguantan” porque creen que es lo mejor que creen que les puede pasar por lo del dicho “más vale malo conocido que lo bueno por conocer”

La persona que siente indefensión es la que cree que los resultados de lo que pueda obtener son independientes de lo que ella pueda hacer.

Me gustaría compartir este interesante video sobre el experimento ¿Podemos inducir indefensión aprendida? de una profesora con sus alumnos:

Las 3 trampas de la indefensión

Cuando nos sentimos indefensos:

1. nos desmotivamos: pensamos “para qué hacer nada si total…” entonces nos quitamos de enmedio y damos por perdido el asunto antes de que suceda

2. dificultad para seguir adelante: al no entender el porqué nos ocurre, es decir, identificar en cuáles son los errores, entonces sentimos que no podemos hacer nada

3. nos deprimimos: sentir que no podemos hacer nada para cambiar los resultado nos entristece

Me viene a la cabeza que en estos momentos, es posible que muchas personas a nivel mundial podemos sentirnos INDEFENSAS.

La pregunta del millón: ¿Podemos luchar contra la indefensión?
La respuesta es SÍ
En el próximo post.

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