La diversidad sexual: disfrutar de la sexualidad sin necesidad de etiquetas
Gay, transexual, lesbiana, bisexual, pansexual, demisexual, asexual… Todos estos conceptos son etiquetas que muchas personas emplean para intentar definir su orientación sexual. Aún así, todo es mucho más sencillo que el uso de esta terminología ya que la sexualidad está para disfrutarla y experimentarla, lejos del etiquetado y de las imposiciones sociales históricamente establecidas donde la única relación aceptada y tolerada era la de una mujer y un hombre.
Si bien es cierto que nuestra mente emplea las etiquetas para simplificar una realidad amplia y compleja, a la hora de querer, amar y mostrar los sentimientos existen infinidad de formas de hacerlo.
De hecho, existen tantas maneras de querer como personas hay en el mundo porque cada cual desde su propia individualidad es diferente, único y genuino e, independientemente de nuestras preferencias y orientación del deseo sexual, tenemos derecho de amar a quién queramos y ser queridos así como deseamos.
Lo más importante es respetar la libertad de las personas, la tuya y la de quienes te rodean y actuar desde la propia autodeterminación y en consonancia con lo que piensas y sientes. Sólo así eres realmente libre para elegir aquello qué quieres y te hace feliz en todo momento sin tener en cuenta las etiquetas, normas o cualquier otro condicionante que realmente no te permita expresar y manifestar lo que tú sientes.
Estar solo/a o con quien te apetezca, mostrar amor, mantener relaciones y establecer vínculos (sean estos de pareja o no)… todas son opciones válidas de vivir tu propia vida. Eso sí, siempre respetando tu libertad y la de los demás.
Querer y sentirse querido/a es una forma de mantener una buen nivel de autoestima.
Vivir en un mundo diverso nos enriquece y nos ayuda a comprender que hay tantas realidades como personas existen.
Vive tu sexualidad como tú quieras. Eso sí, siempre desde una perspectiva sana, saludable y positiva.
Respeta y respétate!