Ya falta poco para que llegue la navidad.

 

Las calles se empiezan a adornar para vestir a la ciudad y recibir esta fecha tan señalada cultural y socialmente.

 

 

Empiezan a invadirnos los anuncios de lotería y turrón, y otra publicidad que nos recuerda que la navidad ya ha llegado. Que se acercan fechas en las  que se producirán reencuentros familiares y comidas copiosas. Compartiremos mesa y regalos… y el mensaje en común será: paz, felicidad y que tenemos que estar unidos.

 

Estos valores que nos intentan vender y a los que perseguimos intentando estar a “la altura” son los que precisamente hacen sentir mal o directamente fuera de lugar a personas:

  • Están pasando por una mala etapa en su vida
  • Han perdido a personas que querían y las añoran
  • Están enfermas y no están en forma para hacer todo lo que se espera de ellas
  • Están bien pero no creen en esta Navidad impuesta

 

Es la otra cara de la Navidad.

 

Valores que nos transmiten  y expectativas

  • Que tenemos que ser felices
  • Que tenemos de comprar
  • Que tenemos en compañía
  • Que tenemos de brindar para continuar así de bien
¿Y si no tenemos motivos para brindar? ¿ y si no hay dinero, trabajo, salud, amigos…?

¿Y si no tenemos motivos para brindar?
¿ y si no hay dinero, trabajo, salud, amigos…?

 

¿¿¿Porqué no nos liberamos de la presión social y cultural de tener que estar a la altura cada año para las mismas fechas???

 

Proponemos:

 

  • disfrutar de las personas que queremos cada día del año siempre que sea posible
  • acordarnos de las personas que son especiales y encontrar tiempo para compartir con ellas
  • hacer regalos o tener detalles a las personas que queremos y porque no, también auto regalos y muchos permisos a nosotr@s no en una fecha señalada y porque “toca” sino en cualquier momento del año
  • no sentirnos obligad@s a tener que “fingir” que somos especialmente felices en Navidad: lealtad por encima de todo: si estamos content@s bien y si estamos tristes también… Todas las emociones ligadas a cada circunstancia personal; son válidas y aceptables.
  • si te sientes diferente y crees que no encajas con lo que te están vendiendo o esperan de ti, no te martirices creyendo que no perteneces al sistema: simplemente elijes tu estilo y todos cabemos; hay sitio para todos. La diferencia puede ser enriquecedora.
  • No a las justificaciones si no queremos comprar, beber, salir, hacer lo que se espera… Decimos no con orgullo y con la cara en alto.

 

Y sobretodo: que cada día de nuestra vida intentemos sentirnos a gusto en nuestra piel y disfrutar de los pequeños grandes detalles: en todas las estaciones y fechas.

 

 

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