La vida está llena de momentos y situaciones que nos pueden despertar una cascada de emociones y sentimientos que cada persona vivimos de forma única.

 

 

A pesar de que somos conscientes  de que no todo lo que nos sucede lo experimentamos de forma positiva, es cierto que el hecho de sentir emociones es un proceso natural, y muchas veces tan automatizado que de vez en cuando vale la pena prestarle atención para hacernos más conscientes de todo aquello que vivimos.

 

 

No podemos ser marionetas de las emociones, pero tampoco es necesario reprimir todo lo que sentimos. Tenemos que conseguir encontrar un equilibrio para mantener la funcionalidad y nuestra capacidad de adaptación que nos demanda el día a día, pero sin olvidar cuidar también nuestro mundo interior.

 

 

Hoy en día el colectivo Millenial es un auténtico referente respecto al saber disfrutar del momento, del ’“aquí y ahora” y, si bien es cierto que no tenemos que perder de vista que también es importante tener una planificación de qué queremos y qué no queremos a largo plazo en nuestra vida, es importante aprender a vivir el presente.

 

 

Es necesario saborear cada instante, cada sensación, cada situación… y para ello la mejor manera es centrarnos en aquello que sentimos y que nos rodea en este preciso momento.

 

 

No hace falta que constantemente hagamos fotos, selfies o publicaciones en nuestras redes sociales sobre lo que hacemos, porque, mientras damos a conocer a las demás personas toda esta información, nos perdemos la magia de experimentar el momento al cien por cien.

 

¡Haz de tu vida una buena colección de momentos!

 

Realmente los mejores recuerdos son los que se guardan en la memoria y en el corazón.

Guárdalos en tu interior, con amor y cariño, y dales el lugar que merecen porque, al fin y al cabo, son tuyos, de nadie más.

 

 

 

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