Cambio de hora: ¿afecta emocionalmente?
Cambio de hora, ¿sí? Cambio de hora, ¿no? A parte del debate social, político y/o económico que puede generar este tema, hoy queremos exponer qué consecuencias conlleva a nivel psicológico y emocional el cambio horario de verano a invierno.

La explicación de los motivos por los cuales nos afecta o nos puede afectar el cambio de hora, la encontramos en que la exposición a más o menos horas de luz solar afecta a la química de nuestro cerebro (básicamente, la hormona melatonina y otros neurotransmisores como la dopamina, la serotonina…) que se encarga de “controlar” y regular nuestros ciclos de sueño y vigilia (dormir o estar despierto/a).
De esta manera, nuestro “reloj interno” marca unos ritmos que están más asociados al horario lumínico que al horario marcado oficialmente.

Es precisamente por este motivo que hay personas que pueden sentirse más cansadas, con más sueño, más apatía o menos energía, porque hay una incongruencia entre la hora establecida por un reloj externo y la hora que nuestro cerebro interpreta que es en función de la luz solar.

Pero no podemos perder de vista que, como cada persona es única y diferente, no todo el mundo experimenta estos efectos y, en caso de experimentarlos, se pueden vivir de manera distinta.
Así, encontraremos personas más sensibles a los cambios y a los procesos de adaptación (o personas con ansiedad u otros problemas asociados con el estado de ánimo) que pueden padecer, además de lo que hemos comentado antes, más irritabilidad, falta de concentración, tristeza, melancolía, problemas de sueño… que se espera que vayan remitiendo a medida que el cuerpo, la mente y el cerebro se van acostumbrando al nuevo horario (si no fuese así, sería recomendable consultar con un/una profesional).

RECOMENDACIONES
El cambio de hora suele estar asociado a una serie de cambios forzados de rutinas y hábitos, que también influyen de manera directa en todo lo que se ha expuesto hasta ahora (menos horas de luz para poder disfrutar del tiempo personal, de ocio; entrar o salir del trabajo o de clase con oscuridad…) .
En este sentido, a continuación compartimos algunas recomendaciones a tener en cuenta para adaptarnos mejor.
- Cambiar el horario de sueño unos días antes, adaptándolo al nuevo.
- Buscar algunos momentos del día en que podamos realizar alguna actividad al aire libre, exponiéndonos a la luz solar.

- Seguir un estilo de alimentación saludable.
- Realizar actividad física de intensidad moderada regularmente.
- Activarse y vencer la pereza, porque hay actividades que, a pesar que sea de noche, se pueden continuar realizando igualmente; ¡que el tema de que oscurece pronto no sea una excusa para hacer vida sedentaria y rutinaria!

- Promover actividades de ocio, creativas, y que nos resulten agradables el tiempo que estemos en casa.
- Mantener el contacto con nuestra red social (familia, amistades…) para fomentar la distracción, el enriquecimiento y la comunicación; la expresión de sentimientos y emociones; en este momento de pandemia, y cumpliendo con las medidas sanitarias establecidas, apostamos por promover que estos encuentros se lleven a cabo a través del mundo online (videollamadas, whatsapp, llamadas telefónicas…).