Hay muchos factores que influyen a la hora de generar cambios pero, ¿te has preguntado alguna vez por qué hay personas a quien les cuesta tanto abandonar hábitos, comportamientos o costumbres que incluso les pueden estar perjudicando?

La resistencia a salir de la zona de confort, el miedo de afrontar aquello que nos resulta desconocido, la inseguridad, la falta de autoconcepto y autoestima, un entorno que no confíe en nosotros o que no nos motive para el cambio, o incluso la falta de conciencia de no necesitar modificar nada (la idea aquella de “así como están las cosas, ya me va bien”), son algunos de los motivos que dificultan los cambios.

La primera idea de todas es que los cambios son procesos y que, por tanto, implican una serie de fases. Algunas veces, estas fases pueden ser más largas o más cortas, dependiendo de la situación, de la naturaleza del comportamiento a modificar, de la motivación para el cambio…

Así, hoy queremos presentarte la “rueda del cambio” para entender un poco mejor este proceso que a veces puede resultar muy complicado porque implica, además de voluntad, constancia, compromiso y esfuerzo, también otros elementos esenciales como son: la conciencia del problema y la necesidad o motivación para el cambio.

Descripción de las etapas

  • Precontemplación: La persona todavía no considera ni se ha planteado que tenga un problema o que necesite introducir un cambio en su vida.
  • Contemplación: Al mismo tiempo la persona considera y rechaza el cambio, siente ambivalencia y a pesar de que en esta fase ya es consciente del problema, la balanza de los motivos para cambiar y los motivos para continuar igual está muy equilibrada.
  • Preparación: También llamada etapa de “determinación”. La persona está motivada para el cambio y es consciente de las implicaciones que supone ponerse en “acción” (que es la siguiente etapa).
  • Acción: La persona se implica en acciones que la conducirán al cambio, de manera que el objetivo principal es ahora cambiar el problema que se quiere resolver.
  • Mantenimiento: Se intenta mantener en el tiempo el cambio conseguido en la etapa de “acción” y prevenir recaídas.
  • Recaída: La persona vuelve a realizar el comportamiento que había cambiado o estaba en proceso de cambiar. Es importante destacar que el modelo de la “rueda del cambio” entiende las recaídas como un acontecimiento normal en el proceso y que sirven para darse cuenta del camino recorrido y de todo aquello que se ha cambiado hasta este momento, todo con la finalidad de motivar la persona para que siga adelante con su proceso de cambio y corrija aquellos factores, elementos o condicionantes que le han llevado a que la recaída se haya producido.
  • Remisión estable: Llegar a este punto significa que se consiguen y mantienen los objetivos y cambios marcados durante mucho tiempo, lo cual también suele generar e implicar otras modificaciones en diferentes ámbitos de la vida de la persona. Es posible que a veces se tengan recuerdos de la “vida anterior” pero ayuda mucho tomar conciencia del camino recorrido y las compensaciones que supone actualmente.

Finalmente, comentar que a veces es necesario un acompañamiento profesional en el proceso de cambio (pensad p. ej. en casos de adicciones en los que la ayuda terapéutica forma parte del proceso terapéutico). En estos casos, es importante evaluar e identificar en qué parte de la rueda del cambio se encuentra la persona con el fin de emplear las estrategias terapéuticas más adecuadas para cada momento y de esta manera evitar resistencias.

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